Con el objetivo de impactar directamente en la calidad educativa de 368 niños y niñas, La Fundación Serena del Mar, en alianza con la empresa contratista de Serena del Mar Pc Mejía y Celsia entregaron reformas y adecuaciones al sistema eléctrico del Instituto Educativo Manzanillo del Mar en el norte de Cartagena.
Bajo esta alianza, se instalaron 4 postes y 4 reflectores alrededor de la cancha, así mismo se logró la Iluminación la cafetería, el laboratorio, aulas, pasillos y demás espacios del colegio. También se canalizó el cableado que está expuesto alrededor de las aulas con el fin de dar seguridad a los estudiantes, así como la instalación de conexiones multitomas para laboratorios y para la sala informática con el objetivo de mejorar la accesibilidad y conectividad en las mesas de trabajo. “Todas estas adecuaciones en el sistema eléctrico repercuten directamente en la calidad educativa de los niños, jóvenes y docentes de la I.E, dado que ahoracuentan con un mejor ambiente de aprendizaje y hace que quieran y se apropien de los espacios.Así mismo, influye en el comportamiento y rendimiento académico, pues los temas de infraestructura van de la mano con los procesos académicos” Expresó Isabel Mathieu directora de la Fundación Serena del Mar. Las adecuaciones eléctricas para la iluminación son tipo led lo que reducirá el consumo de energía y contribuirá al cuidado del medio ambiente.
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Por: Juan Miguel Ayala
La zona norte de Cartagena de Indias es reconocida por aún conservar grandes extensiones de ecosistemas naturales, algo que en la urbana es muy difícil de ver debido a los desafíos que hoy enfrenta. Entre los ecosistemas que podemos encontrar en la parte norte de la ciudad se destacan el manglar y el bosque seco tropical; que por muchos años han brindado sus servicios ambientales a las comunidades asentadas en medio de ellos o en sus alrededores. En los últimos años, Cartagena de Indias ha crecido y la zona norte no ha sido ajena a esta realidad, lo que ha traído consigo presiones sobre los ecosistemas mencionados, como mayor utilización de los recursos, minimización de la cobertura vegetal y de la fauna silvestre y mayor generación de residuos sólidos. A esto debemos sumarle la falta de sentido de pertenencia o conciencia ambiental de muchos de los habitantes de las comunidades, quienes lamentablemente ocasionan que el deterioro ambiental sea mayor. La educación ambiental es una de las herramientas más poderosas a la hora de atacar esta problemática. Concientizar y empoderar a las personas de sus territorios y de lo que hay en ellos es la mejor estrategia para minimizar los impactos ambientales y hacer crecer en los habitantes de la zona norte de Cartagena la semilla del desarrollo sostenible. Es entonces cuando Verde Vivo cobra un rol importante, como un proyecto que busca generar conciencia ambiental en niños y jóvenes estudiantes, para que, como nuevos líderes y multiplicadores, se conviertan en el puente que conduce a la educación ambiental en nuestras comunidades. No podemos olvidar el papel que juegan instituciones u organizaciones como la Fundación Serena del Mar, que contempla entre sus apuestas la conversación del entorno ambiental y el apoyo a iniciativas comunitarias encaminadas al mejoramiento de la calidad de nuestros ecosistemas. Cambiar la mentalidad de las personas no es un trabajo fácil. Es por eso que todas estas iniciativas y formaciones deben continuar vivas, hasta que logremos que nuestras acciones, en el hogar, en la escuela, en el parque y demás, sean respetuosas con el ambiente, pasen de una generación a otra y se conviertan en un nuevo estilo de vida. En alianza con Ematuecob y la Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (Cardique), la Fundación Serena del Mar desarrolló un ciclo de actividades enfocadas al cuidado del medio ambiente.
Entre éstas, pudimos desarrollar sensibilizaciones, actividades de limpieza, reconocimiento de espacios, pintura de murales alusivos al ecosistema de manglar, entre otros, con el fin de impulsar, en la Institución Educativa de Tierra Baja y Puerto Rey, estrategias de educación ambiental, orientadas al manejo adecuado de residuos sólidos y a la protección de recursos naturales. En esta ocasión, un total de 120 niños se vieron beneficiado de estas actividades; 60 de Tierra Baja y 60 de Puerto Rey. |